Hasta hace unos pocos años, lo normal cuando empezaban a pesar las piernas por la edad o porque no estás acostumbrado a meterte mucha caña por terrenos montañosos, lo más normal es pensar en “esto es demasiado para mí” y abandonar el ciclismo por montaña para pasarse a superficies más planas y con mejores caminos. Afortunadamente en los últimos años, la demanda de bicicletas eléctricas ha tirado tanto de la tecnología que ha permitido que las empresas fabricantes hayan dado pasos de gigante y de esta forma conseguir modelos eléctricos prácticos y sencillos  para poder utilizar por caminos rurales y montañas.

Una vez solventado este miedo inicial sobre si merecerá la pena hacerse con una buena bici de montaña eléctrica, vamos a profundizar en aspectos claves para hacerse con una.

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Bicicleta Eléctrica Montaña. ¿Qué necesito saber para comprar una?

Lo primero es tener claro que una bicicleta por mucho que sea eléctrica, sigue siendo una bicicleta. ¿A qué nos referimos con esto? Sencillo, el motor de ayuda que tienen necesita que des pedaladas para funcionar, por lo que en ningún caso se convertirán en pequñas motocicletas. En resumen, la sensación de montar en bici será la misma pero con una ventaja (aunque algunos aún lo ven como desventaja): todo va a ser mucho más cómodo y sencillo.

El mecanismo que convierte tu bici en una máquina de hacer kilómetros.

Así que olvídate de aquellos que dicen que si te pasas a la eléctrica ya no será lo mismo al ir por el monte, al revés, verás que puedes hacer más recorrido, llegar a ver más paisajes de forma segura y cómoda. Si por el contrario, lo que te gusta es el ciclismo de montaña “más puro” y complicado, entonces sigue con tu bicicleta de montaña normal. Por supuesto, ambas modalidades son perfectamente válidas y ya queda en cada uno el ir por un camino u otro.

Si te quedas con la eléctrica, verás pronto las ventajas: si antes hacías 25 kilómetros y acababas ya exhausto verás que ahora puedes hacer 50 y acabar exhausto igualmente, llegar a cimas, lugares y montañas a las que nunca hubieras soñado con llegar… es una sensación maravillosa a la que sólo podrás llegar con una buena eléctrica.

En cuanto a seguridad, son igual de seguras que una bicicleta normal. Incluso llegaríamos a decir que lo son más, ya que la ayuda asistida del motor suele acabar a los 25 km/h (debido a la regulación vigente) por lo que en muchas ocasiones acabas yendo más despacio que con una bicicleta normal en la que te dejas ir y a veces coges velocidades muy superiores.

Sí es importante recalcar que las bicicletas vienen desmontadas (ya que si no el volumen del paquete sería inmenso), pero todas vienen con un kit de montaje con todo lo que necesitas para hacerlo. Eso sí, si no te ves capaz de montarla o no te fías de que todo quede perfectamente ajustado, te recomendamos hagas una visita al taller más cercano a tu casa para que le echen un vistazo final y así garantizar perfectamente tu seguridad.

¿Son tan ecológicamente viables como se dice?

Por supuesto, además de ser maravillosas por viajar también por ciudades sin contaminar nada, es una delicia ir por el campo sin emitir emisiones de gases contaminantes y sobre todo algo que a los amantes de la naturaleza les encanta: no emiten ningún tipo de ruido cuando funciona el motor, por lo que tienes una sensación maravillosa de ir avanzando por el campo a la vez que no molestas a los animales que te rodean. Suelen llegar por normativa a un velocidad máxima de 25 Km/h, lo que es más que suficiente para andar en bici sin convertirte en una moto gracias a motores que van desde un mínimo de 250 W hasta los modelos TOP pensados para subir cuestas difíciles que pueden llegar hasta los 750W

¿Siguen siendo carísimas?

Como todo, la sensación de caro o barato depende de cada uno. Para los que uno les puede parecer pagar demasiado, a otras les puede parecer perfecto. Lo que sí podemos asegurarte es que los precios cada vez se ajustan más y más y sobre todo a cambio de muchas mejores prestaciones. Una buena bicicleta de montaña eléctrica con todo lo necesario para circular con buenas garantías por empieza en unos 800€ de precio, pudiendo alcanzar cotas de hasta 5.000-6000€ dependiendo del modelo hasta que queramos llegar.

¿Podré llevarla cómodamente o por su peso y volumen se me va a complicar el viaje?

El motor siempre lo mejor protegido posible, que además ayude a equilibrarnos bien.

Sencillo: Si puedes llevar una bicicleta de montaña “normal”, puedes llevar perfectamente una eléctrica. Si es verdad que pesan un poco más (el motor y el mecanismo eléctrico contribuyen a ello) pero también es verdad que gracias a ese motor la sensación de ligereza al pedalear es mayor. En cuanto a la talla, tienen la misma que la normal, así que por ahí no existe diferencia perceptible. También es importante destacar que cada vez más fabricantes se animan con los modelos plegables, de los que si tienes interés, hablamos en este artículo más en profundidad.

Cuando los diseñadores de este tipo de bicis crean los nuevos modelos, siempre tienen en cuenta el que estas se parezcan lo máximo posible a los modelos no eléctricos. En parte para vencer esa resistencia que existe en los ciclistas más experimentados a cambiar el modo en que hacen su deporte favorito y en parte por meras cuestiones prácticas: cuanto más finas y menos aparatosas sean y mejor se puede esconder el motor, menos posibilidades de accidentes con piedras o ramas tendremos.

Kit Acelerador: ¿Si o no?

En muchos modelos, existe la posibilidad de añadirle un acelerador en el manillar que nos permita empezar la marcha dándonos un pequeño empujón (es muy útil en carretera al salir en después de un semáforo o por el campo si tenemos que empezar directamente en cuesta). Al respecto hay bastante controversia, ya que algunos piensan que esto las convierte directamente en pequeñas motocicletas. La legislación en España es clara y no lo permite, pero también es cierto que muchas lo tienen y se hace un poco la vista gorda. Queda pues en tus manos el instalarlo y hacer uso de él, pero siempre está bien conocer la situación para evitar posibles problemas. Para más información, os recomendamos visitar el BOE al respecto de vehículos eléctricos.

¿Qué es lo realmente importante a la hora de comprarme una e-bike de montaña?

Sobre todo, la autonomía y al calidad del a batería y del conjunto en sí. Luego por supuesto fijarse en los componentes como: material en el que está fabricada, suspensión, características del motor, autonomía y tiempo de carga de la batería o si se puede conectar por bluetooth a alguna App de tu móvil para poder trackear el viaje.

Fat Bikes: el Ciclismo de Montaña Extremo.

Si os gustan grandes… no lo dudéis.

Si lo que buscas es emociones más fuertes en ciclismo de montaña, puedes ir a por una Fat Bike: Neumáticos con ruedas supergordas que permiten ir haciendo un ciclismo extremo. Aunque no existen muchos modelos eléctricos de los que poder fiarse aún (ya que los usuarios que optan por estos modelos suelen preferir las actividades más duras a pedaleo puro y duro).

 

 

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