Las bicicletas eléctricas se nos presentan como una perfecta solución en este momento en el que la mayoría del planeta está empezando a tomar conciencia por fin del tremendo problema que tenemos encima debido a la contaminación a nivel global y especialmente la contaminación en nuestras ciudades. Debido al apoyo por parte de los ayuntamientos de grandes ciudades, y especialmente la gran acogida que han empezado a tener en muchos sectores de la sociedad, las bicicletas han pasado de convertirse en una auténtica rareza a ser un elemento más del paisaje de nuestras ciudades y pueblos. Esto debido sobre todo gracias a la aparición de los modelos plegables, que hacen mucho más sencillo el transportarlas en trenes/autobuses y guardarlas en los centros de trabajo.

Desde los primeros modelos de bicis eléctricas de principios de los años 2000  hasta los ultramodernos de la actualidad no ha pasado excesiva cantidad de tiempo, pero lo que sí ha pasado es que las ligeras bicicletas de hoy en día no tienen mucho que ver (afortunadamente) con los auténticos mamotretos que había que montar hace apenas unos años.

No se pudo mostrar la tabla.

¿Por qué elegir una bicicleta eléctrica plegable?

Si vives en una ciudad y utilizas varios métodos de transporte como el bus o el metro pero a la vez quieres hacer un poco de ejercicio, son la mejor opción. En trayectos cortos (de 4-5 kilómetros) no tienen nada que envidiar a las bicicletas eléctricas normales y además suman ligereza y comodidad. Ocupan muy poco espacio una vez plegadas (puedes entrar con ellas en el metro o bus y plegarla que nadie te pondrá ningún problema) y pesan mucho menos de lo que parecen. Además, como el pedaleo es asistido, puedes ir a trabajar perfectamente ya que apenas sudarás.

Criterios a considerar a la hora de elegir una Bicicleta eléctrica plegable.

Dado que cada vez son más y mejores los modelos que aparecen en el mercado, es probable que te pierdas un poco a la hora de elegir el modelo que mejor te venga. Como siempre, lo más importante es saber para qué la vas a necesitar.

El mecanismo de cierre más habitual suele ser este o bien el de un pasador.

Trayectos reducidos.

Si te puedes dar el lujo de ir en bici al trabajo, es probable que el trayecto no sea demasiado largo. Así que aquí lo más importante suele ser la comodidad de transporte una vez no la estemos utilizando. En este sentido iríamos a por una con una con neumáticos pequeños y con peso y tamaño adecuado.

Mientras más pequeña la rueda, mejor aceleración y velocidad máxima corta alcanzará, por lo tanto resultará más apropiada para trayectos pequeños. Con ruedas de 12 pulgadas en adelante, tendremos suficiente. Aquí la autonomía no es muy importante, ya que cualquier modelo de calidad nos permitirá hacer esos pocos kilómetros a diario sin tener que estar pendiente del motor asistido.

Trayectos más largos.

Si por el contrario, vas a realizar de manera corriente trayectos más largos que unos pocos kilómetros diarios, puedes decidirte por una pequeña pero con neumáticos más grandes.

Cuando nos referimos a este tipo de neumáticos, hablamos de los de a partir de 20 pulgadas, e incluso modelos de montaña plegable con rueda de hasta las 27,5 pulgadas.

La marca.

Aunque el mundo de las eléctricas está en plena explosión, aún hay mucho que perfeccionar por delante, sobre todo en cuanto a términos de autonomía del motor y ligereza en el peso. Debido a esta eclosión, muchas marcas se han subido al carro y han sacado modelos de su propia bici eléctrica, con diferentes resultados, desde la excelencia hasta el “muy deficiente” claro. Por esto es importante fijarse en marcas de contrastada calidad. Moma, Nilox, Orbea o Follow Up son un buen ejemplo.

Ventajas de una bicicleta eléctrica portátil

#1: Permiten ahorrar espacio con facilidad.

Las bicicletas con característica plegable son especiales para el ahorro de espacio, de hecho, ocupan aproximadamente la mitad del espacio que ocuparía una normal.

Esto es conveniente cuando se vive en un piso reducido de tamaño o no cuentas con un lugar en el que pueda guardarse cómodamente la bici además de no olvidar que transportarlas tanto en transporte público como en tu propio coche dejará de ser un calvario.

Una bicicleta eléctrica plegada realmente ocupa poco espacio.

#2: Facilitan alternar tu medio de transporte.

Si te gusta pasear, pero no siempre puedes estar pedaleando porque vives en un lugar con muchas cuestas o tu capacidad física no te lo permite y en algunos trayectos cotidianos necesitas utilizar el coche, la bicicleta eléctrica es el mejor sustitutivo. Ahorras dinero en combustible y ganas en bienestar.

Son realmente fáciles de usar, por lo que olvídate de la mayoría de incomodidades que oyes por ahí (me deja tirado a mitad de trayecto, pesa casi más que una normal, etc…). Eso podría ser hace unos años, actualmente todos esos problemas han quedado atrás.

#3: Transporte y usabilidad.

El hecho de ser una bici compacta, te permite poder llevarla y cargar con ella a cualquier lado.

Esto significa que no tendrás que dejarla atada con un candado fuera del trabajo, por ejemplo, o fuera del supermercado e incluso cuando estés visitando a tus amigos, puedes subirla a casa sin problema.

Características básicas de las bicis eléctricas plegables.

De entre las muchas opciones que ofrecen actualmente, a nuestro juicio las más importantes en las que fijarse son:

Comodidad y autonomía.

Como cualquier bici, ya sea normal o eléctrica, la comodidad es importante ya que pasarás mucho tiempo encima de ella. ¿En qué se traduce esto? Pues básicamente en dos aspectos:

  1. Sillín: Por favor, aléjate de los típicos sillines de ciclista. Por supuesto, son muy cómodos  para aquellos que van con mono acolchado de ciclista, pero si lo que quieres es dar un paseo o ir al trabajo, pueden amargarte el día. Busca sillines mullidos de cuero a poder ser.
  2. Ergonomía: Cuida de que sea de tu talla. Se mide normalmente por el tamaño de la rueda (en pulgadas) o por la altura del cuadro. Si no utilizas una bici de tu talla, acabarás teniendo dolores de espalda y mucho cansancio en poco tiempo, ya que gran parte de la energía y esfuerzo que pones en cada pedalada se perderá.

En cuanto a la autonomía, importa bastante sobre qué terreno y clima usemos la bici. Obviamente, no se gasta la misma energía en terrenos planos que con cuestas. Además, el frío o el calor influyen bastante en la duración de cualquier batería eléctrica, siendo el frío un factor importante a la hora de descargar baterías.

Batería fácil de recargar y sin peso significativo.

Las baterías de este tipo de bicicletas suelen estar fabricadas en litio debido a que es un material muy ligero (también se utilizan en los teléfonos móviles). Lo más importante aquí es que la batería pueda ser recargada con una toma normal de casa de 200V, todas suelen dar esta facilidad, pero está bien cerciorarse por si acaso.

Ten en cuenta que también en la mayoría de modelos se puede retirar la batería para dejarla cargando y utilizar mientras la bici de una forma normal, a golpe de pedal. No es indispensable, pero es bueno saber si tenemos esta opción disponible en casos de urgencia.

Cualquier batería standard suele tener una garantía mínima de unos dos años y un tiempo de vida (si la recargamos unos 2 veces por semana) de unos 4 años. Como cualquier batería es mejor no esperar a que se agote totalmente para ponerse a recargarla, así prolongaremos el tiempo de vida útil de la misma.

Asistencia al pedaleo.

Esta es la clave del funcionamiento de las bicicletas eléctricas. Asistencia al pedaleo no significa otra cosa que mientras pedaleas, la bici pone en funcionamiento su motor eléctrico para “ayudarte” a avanzar más cómodamente. Ojo! Este sistema sólo funciona si realmente estás dando pedaladas, por lo que el motor no se mueve por si mismo: no es una motocicleta.

Normalmente tienen entre 3-5 niveles diferentes de asistencia. El nivel más bajo suele ser utilizado para trayectos cortos y en terreno totalmente plano, mientras que los más altos se utilizan para terrenos más exigentes de desniveles y cuestas.

Ubicación de Motor eléctrico.

Normalmente este motor que se encarga de impulsar la bicicleta es bastante pequeño. Hay gente que prefiere que se ubique en la parte central del cuadro de la bici, mientras que otros prefieren tenerlo cerca del pedalier. Realmente no es un problema dónde se encuentre siempre y cuando no interrumpa la marcha (cuidado si está un poco separado ya que hay modelos en los que es frecuente que incomode un poco el inicio de la marcha al chocar con nuestros tobillos a la hora de subirnos).

Seguridad. Frenado e iluminación.

Este último aspecto que consideramos básico no suele ser tenido muy en cuenta normalmente, ya que lo normal es pensar que será común a todas las bicis “y lo llevan de serie”. 

Según el modelo que elijamos, tendremos unos frenos u otros. Los más usuales y que nos aseguran un correcto frenado son los V-brake y los frenos de disco (pudiendo elegir entre estos últimos entre los mecánicos y los hidráulicos, para ciclistas más exigentes acostumbrados a mayores velocidades). Para circular por ciudad, con unos frenos V-brake buenos es más que suficiente. 

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